CÓMO REDUCIR ESTRÉS EN EL TRABAJO
Llevamos muchos años (demasiados) normalizando el estrés dentro de nuestras vidas sin intención de reducirlo.
No solo se ha convertido en una moda perenne, sino que además es adictiva y es muy difícil desintoxicarse de ella.
En el ámbito laboral existe la percepción de que, si no sufres estrés, no estás dando lo mejor ni lo máximo de ti; con lo cual, no eres productivo o productiva.
Hasta hace unos años, la mayor parte del talento no dejaba de estresarse hasta que no enfermaba por completo y, a través de un burnout, una depresión, un infarto, un cáncer o cualquier otro problema físico o psicológico, dejaban sus trabajos por prescripción médica. Se desconocía cómo reducir estrés en el trabajo sin llegar a este estado,
Desde la pandemia (aproximadamente) está surgiendo un despertar en el que, algunas personas, empiezan a preocuparse más por su salud, por su bienestar y por su tranquilidad, pero no saben cómo liberarse del estrés.
En este post, te dejamos ideas de cómo reducir estrés en el trabajo; pero antes, queremos contarte información muy interesante sobre él que puede ayudarte a reducirlo con solo la lectura y una pequeña reflexión.
El estrés no siempre es negativo:
Existe el euestrés (estrés positivo); este nos impulsa a realizar actos que sin él no podríamos realizar. Nos ayuda tanto a tomar la iniciativa como a responder eficientemente, por su estimulación. Es una inyección de energía que, por norma general, no tenemos.
Gracias al reconocimiento del estrés positivo y de su poder, podemos conciliar la relación con él y reducir el estrés negativo (distress).
Te invitamos a que hagas una introspección y te preguntes qué estás ofreciendo a tu vida; qué le haces y qué le das; cómo te cuidas, te mimas y te respetas.
Cada uno/a inventa su propio estrés; es totalmente mental. Hemos de dejarnos de victimismos y aceptar que nosotros mismos y nosotras mismas lo generamos. La responsabilidad de que tengas estrés es tuya, independientemente de los factores externos que haya.
Veamos que nos puede hacer sentir estrés a nivel interno (sean en el trabajo como fuera):
- Uno de los orígenes del estrés surge cuando hay discrepancia entre lo que siento, lo que hago y lo que pienso.
Ej. Pienso que hemos de mantener las montañas limpias; se me cae un papel en el monte y no lo recojo. Me siento mal, me genera estrés.
Parece un ejemplo tonto, pero piensa en cuantas veces actúas con discordancia. Si queremos reducir el estrés debemos intentar ser fieles a nosotros mismos; pensar, sentir y actuar del mismo modo.
- También ten en cuenta que el cuerpo genera estrés cada vez que se ha de adaptar a una situación nueva. No hay que evitar cambios ya que, en ese caso, cuando aparezca un cambio impuesto (sin nosotros quererlo), se generará un sobreesfuerzo mental y aumentará el estrés. Lo ideal es confiar en que ante cualquier situación tenemos las herramientas y las habilidades necesarias para solventarla (y si no, habrá un plan B como puede ser pedir ayuda).
- Cuando no tienes el control de tu vida también puede causar estrés. Por ello, intenta liderarla el máximo tiempo. Dale rutina y disciplina.
Para ello, puedes empezar cada mañana levantándote a la misma hora y dedicando el mismo tiempo en hacer una serie de rituales. Dentro de la rutina, inserta mensajes positivos, pues el día depende mucho de cómo lo empieces. Te aseguramos que, si te levantas con el tiempo justo, acelerado/a, torpe y con enfado, carecerás de seguridad para trabajar con precisión, tener un buen trato con tu entorno y sentirte en paz contigo mismo/a.
Si te levantas de lunes a viernes a las 7h y el sábado a las 11h notarás una especie de resaca, cansancio o dolor de cabeza; esto es motivo de una alteración de la rutina y, por lo tanto, un cambio que ha de procesar la mente. Descansa lo que necesites, pero no lo amplíes ni reduzcas.
- Otro motivo del estrés es no estar alineado con tu vida. Tu vida ha de tener (o aproximar-se al máximo) lo que quieres para ti; y aquí también entra la autoestima y la autocomunicación. Te aconsejamos pensar sobre cómo te hablas y qué crees que mereces. Se puede creer que se merece más de lo que se tiene, pero también creer que se merece menos de lo que se tiene; en ambos hay desequilibrio entre la perspectiva y la realidad.
- También recomendamos que intentes vivir el momento. Si te anclas en el pasado o piensas en el después, te crearás estrés. Es mejor ocuparte, que “pre-ocuparte”.
- Y por último, y muy importante, tu mente no sabe diferenciar lo real de lo ficticio, si creamos pensamientos que nos causan tensión, la mente se prepara para actuar. Si en lugar de actuar, le damos normalidad en nuestros movimientos surge estrés.
Para saber cómo reducir el estrés en el trabajo (y en la vida en general) los expertos y expertas recomiendan:
- Meditación, yoga y deporte aeróbico (aunque sea solo andar). Si no tienes tiempo para realizar ninguna actividad y llegas a casa con mucho estrés, sube las escaleras y bájalas un par de veces; te sentirás mejor.
- A veces dramatizamos más de lo que deberíamos. Valora del 0 al 10 el nivel de importancia que tiene la situación
- Tener una buena gestión del tiempo. ¡Fundamental! Controlar tu tiempo es controlar tu estrés.
- Delegar: A la mayoría de las personas les resulta difícil delegar porque temen perder control de la actividad o creen ser los únicos que pueden hacerlo bien. Realmente, cuando pierden el control es cuando no delegan, puesto que tienen un vínculo emocional y/o de ego. Encima, no pueden dedicarse a las tareas que realmente necesitan de su control.
- Orden, organización y claridad. El caos genera más caos en la mente
- Saber decir NO. Si nos va a producir estrés, digamos que no con asertividad y educación.
Según los últimos estudios, un 80% de los españoles sufre dolor al menos una vez a la semana por estrés laboral y casi nueve de cada diez españoles afirma haber sufrido algún síntoma de depresión o ansiedad en el último año.
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